Su vocación científica le surgió a temprana edad, pero por ser mujer, tuvo muchos problemas para acceder a la enseñanza superior, porque la entrada al instituto les estaba vedada a las personas del sexo femenino, por tanto, tuvo que tomar otras vías para conseguir su propósito.
Para poder entrar en la Universidad, necesitó preparar el examen de bachiller por libre y examinarse en un instituto de chicos; en 1901, a los 23 años, empezó a estudiar en la Universidad de Viena, las carreras de Física y Matemáticas.
Al doctorarse, se fue a Berlín para asistir como oyente a las clases de Max Planck, que la aceptó a pesar de ser mujer.
Para poder hacer prácticas, solicitó un laboratorio al químico Otto Hahn, quien, como buscaba un físico, estuvo dispuesto a aceptar la colaboración de Lise, como colaboradora no remunerada. Le dieron un cuchitril en el sótano, pero no podía acceder a lo pisos de arriba, ni siquiera para ir al baño, porque el director no admitía mujeres.
Durante cuatro años trabajó la Física y en 1913, consiguió un puesto pagado en el Kaiser-William-Institut de Química en Berlín-Dahlem.
En 1918, junto a Otto Hahn descubrió el protactinio, el elemento 91, segundo elemento natural más pesado, la sustancia madre del actinio.
En 1933 aún podía ejercer la docencia, pero en 1938 tuvo que huir a Holanda y a Suecia, por tener antecedentes judíos.
Aunque fue partícipe en el descubrimiento de la fisión nuclear, con Otto Hahn y Fritz Strassmann, cuando le dieron el Nobel de Química a Otto Hahn en 1944, éste ni siquiera la nombró, ni la consideró coautora, por ser judía.
Lise Meitner murió en Cambridge el 27 de octubre de 1968, a los 90 años, habiendo realizado su trabajo más importante sobre la radiación de neutrones y procesos nucleares a los 72 años.
Fue una luchadora incansable y una gran promotora de los derechos de las mujeres y, lo mismo que Marie Curie, encontró grandes obstáculos en su carrera, pero si bien no consiguió el preciado galardón del Premio Nobel, es considerada como una de las mejores científicas del mundo.
Su sobrino Otto Frisch compuso este epitafio en su lápida “Lise Meitner, una científica que nunca perdió su humanidad.”
Sabías que... se menciona a menudo a Lise Meitner como uno de los ejemplos más flagrantes de logros científicos de una mujer ignorados por el comité Nobel.
- Desde 1997, y después de cierta controversia, se llamó en su honor Meitnerio al elemento químico 109 de la Tabla Periódica.
Bibliografía:
Ulla Fölsing: Mujeres Premio Nobel, (Alianza Editorial; 1992)
Esta mujer tuvo que luchar mucho en el mundo de los hombres y no pudo obtener el nobel por su condición femenina. Era una gran científica y a título póstumo han reconocido su labor en pro de la ciencia
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