¿Cómo nos podemos mover por Viena? Los medios de transporte de Viena se han planificado según las necesidades de sus habitantes, por tanto son lógicas la facilidad y comodidad de sus transportes urbanos.
Además, siguen unos horarios y son muy puntuales. Desde hace unos años incluso es posible saber en casi todas las paradas de autobús y de tranvía cuándo viene el próximo. ¡Fantástico!
Acostumbrada a tener que pasar por taquillas o barreras, es increíble que se pueda transitar de un medio a otro sin estos impedimentos.
Existe una red de metros, tranvías y autobuses, enlazados entre sí, que nos permiten trasladarnos sin ninguna dificultad.
Los billetes se compran en un estanco o en máquinas expendedoras a la entrada del metro, y también dentro de los autobuses (pero más caro). y ¡Atención, en el tranvía no se pueden adquirir!
Es divertido poder hacer trasbordo de un tranvía a otro y de éste a un autobús o metro, o incluso a un tren de cercanías. Sólo se necesita un plano de la ciudad, donde están muy clarificadas las líneas del metro y las rutas de los autobuses y tranvías.
Aparte de la fácil movilidad, hay otros factores a tener en cuenta, como la calefacción, los asientos reservados -mediante pegatinas- para personas mayores, mujeres embarazadas y personas con bebés, que pueden acceder a los tranvías y autobuses con el niño arropado en su sillita ya que disponen de un espacio amplio, donde pueden atar el cochecito mediante correas.
Para bajar al metro hay ascensores y/o escaleras mecánicas en todas las estaciones, lo que facilita el acceso al transporte para quien lo necesite.
Y otra cosa que llama la atención es que los perros pueden viajar como las personas, siempre que lleven bozal y correa. ¡Es agradable ver a estos animales, tranquilos y obedientes junto a sus amos!
Adquirir el tipo de billete más adecuado para cada uno es algo más complicado pues hay una gran variedad: sencillos, de 24, 48 o 72 horas, semanales, mensuales o incluso anuales. También los hay de un día, que son más baratos si compras 8 de un golpe, billete de para ir de compras, Vienna Card...
Y hablando de todo un poco, no os coléis si no queréis pasar la vergüenza de que alguno de los revisores -que van camuflados sin uniforme- os hagan bajar del autobús y os pongan una multa, para lo cual no vale ninguna excusa.
Como se ve, moverse por Viena es divertido y muy fácil.
(Teresa Mª)
Además, siguen unos horarios y son muy puntuales. Desde hace unos años incluso es posible saber en casi todas las paradas de autobús y de tranvía cuándo viene el próximo. ¡Fantástico!
Acostumbrada a tener que pasar por taquillas o barreras, es increíble que se pueda transitar de un medio a otro sin estos impedimentos.
Existe una red de metros, tranvías y autobuses, enlazados entre sí, que nos permiten trasladarnos sin ninguna dificultad.
Los billetes se compran en un estanco o en máquinas expendedoras a la entrada del metro, y también dentro de los autobuses (pero más caro). y ¡Atención, en el tranvía no se pueden adquirir!
Es divertido poder hacer trasbordo de un tranvía a otro y de éste a un autobús o metro, o incluso a un tren de cercanías. Sólo se necesita un plano de la ciudad, donde están muy clarificadas las líneas del metro y las rutas de los autobuses y tranvías.
Aparte de la fácil movilidad, hay otros factores a tener en cuenta, como la calefacción, los asientos reservados -mediante pegatinas- para personas mayores, mujeres embarazadas y personas con bebés, que pueden acceder a los tranvías y autobuses con el niño arropado en su sillita ya que disponen de un espacio amplio, donde pueden atar el cochecito mediante correas.
Para bajar al metro hay ascensores y/o escaleras mecánicas en todas las estaciones, lo que facilita el acceso al transporte para quien lo necesite.
Y otra cosa que llama la atención es que los perros pueden viajar como las personas, siempre que lleven bozal y correa. ¡Es agradable ver a estos animales, tranquilos y obedientes junto a sus amos!
Adquirir el tipo de billete más adecuado para cada uno es algo más complicado pues hay una gran variedad: sencillos, de 24, 48 o 72 horas, semanales, mensuales o incluso anuales. También los hay de un día, que son más baratos si compras 8 de un golpe, billete de para ir de compras, Vienna Card...
Y hablando de todo un poco, no os coléis si no queréis pasar la vergüenza de que alguno de los revisores -que van camuflados sin uniforme- os hagan bajar del autobús y os pongan una multa, para lo cual no vale ninguna excusa.
Como se ve, moverse por Viena es divertido y muy fácil.
(Teresa Mª)
Ya podrían tomar ejemplo aquí.
ResponderEliminarEs estupendo poder desplazarse así
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