En el siglo XXI, los bailes de sociedad suntuosos y lujosos son una tradición en Viena, desde el S. XIX, cuando Napoleón fue derrotado y la aristocracia reanudó sus costumbres; actualmente, con pocos cambios, se puede disfrutar de auténticos bailes románticos en el marco idóneo de los palacios, donde en sus magníficos salones los bailes cobran vida y recuerdan épocas pasadas, al ritmo de valses y polkas.
La temporada de los bailes empieza en Nochevieja con “El Grand Bal”, en el palacio imperial, donde, en el mismo salón, le seguirán el baile de los cazadores, el de los médicos y el de los abogados.
A lo largo del año, 450 bailes atraen a multitud de visitantes, a pesar de que algunas entradas sean muy caras, como las del baile de la Ópera, donde se dan cita muchas estrellas del espectáculo.
Los bailes elegantes están patrocinados por el Presidente de la República y para acceder a ellos se reciben unas invitaciones personales, con el nombre y con todo el programa detallado, indicando la indumentaria obligatoria para su asistencia: las señoras con vestido largo de noche y los caballeros con esmoquin o frac, con pajarita y reloj de bolsillo, con cadena.
"El baile de la Concordia", Concordia ball, es el único baile tradicional vienés que se celebra entre primavera y verano. Al celebrarse por primera vez en 1863 es uno de los más antiguos. Es el baile de la prensa, agrupa a la asociación de periodistas, corresponsales, novelistas del país además de componentes del sector turístico y representantes de la política, de negocios, arte y cultura. Se calcula una asistencia de entre 2000 y 2500 personas. El baile se celebra normalmente el segundo viernes de junio, en el salón porticado del Rathaus de Viena - en 2013 tiene lugar el 7 de junio y, en 2014, será el 13 del mismo mes, ambos son viernes. Se tiene que acudir de estricta etiqueta, por lo que resulta muy atractivo para turistas en búsqueda de tradición vienesa de alto nivel.
- La entrada normal cuesta 95€ y la reducida para jóvenes 40€.
- Empieza a las 22.00 y termina a las 5 de la madrugada después de bailar el vals del Danubio Azul... ¡cómo no!
Uno de los más importantes es el "baile de las debutantes". Es la introducción de las adolescentes en la edad adulta y en el que, antiguamente, se identificaban como casaderas y ya podían ser solicitadas en matrimonio. Se supone que ahora sólo se conserva la tradición como una fiesta, pero no con la misma significación, aunque el rito sea el mismo.
foto: Pilar Arastey |
Las jóvenes hacen su entrada, vestidas de blanco con guantes largos y la coronita en el pelo, como jóvenes vestales. Van acompañadas de un caballero, vestido de frac, al ritmo de la “Polonesa del abanico” del maestro Carl Michael Ziehrer, director musical del baile de la corte y cuya interpretación suena en la mayoría de las inauguraciones de baile. Para finalizar se baila un vals hacia la izquierda que, como es una forma difícil, los jóvenes se preparan en las escuelas de baile de la ciudad, ya que la estética de este vals exige auténtico virtuosismo en su ejecución. A todos los asistentes se les ofrece un obsequio como relojes de pulsera o cajas de bombones, tradición que pervive desde el siglo XIX.
Al ser Viena, la capital mundial del baile, las danzas románticas tienen gran importancia y durante unas horas se vive la magnificencia nostálgica de la época imperial.
¡Ah¡ ¡Qué bailes tan románticos¡
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