elebe, más que español

Casi me atrevería a decir que la plaza del Ayuntamiento de Viena es una de las mejor aprovechadas del mundo. Es un elemento cultural imprescindible, vital y latente, de casi 40.000 m² de superficie, donde tienen lugar todo tipo de eventos a lo largo del año: desde una pista de hielo en invierno pasando por muestras gastronómicas, el Kirtag, fiesta de la primavera o bailes y conciertos, nacionales e internacionales, por ejemplo Ojos de Brujo en el año 2010.  

Museums Quartier - Foto: www.elebe.at Hace unos 8 años, en una ciudad de España de cuyo nombre no quiero acordarme, una amiga me comentó que se veía obligada a visitar a su madre en taxi, en coche o a pie (lo que le costaba una hora y media) por la sencilla razón de que en los autobuses metropolitanos no estaba permitido subir con cochecito de bebé. Increíble, ¿no?  Esto nunca pasaría en Viena. No solo está permitido subir con cochecitos a los autobuses sino que tienen su propio lugar con un cinturón de seguridad, lo mismo ocurre en el metro o tranvía. Además, todas las estaciones de metro tienen escaleras mecánicas y/o ascensores. Así que ya sabéis, tener un niño pequeño no es un impedimento para viajar a Austria.  Y una vez aquí, ¿a dónde ir con niños?

La banda de Kepa Junkera atrapó a los espectadores del Winzer Krems con unos  instrumentos que parecían conversar entre ellos, unas veces con suavidad, otras enérgicamente, pero siempre en armonía hasta despedirse de su público. Con Kepa Junkera comenzaba la última noche del Festival de Krems Glatt & Verkehrt, que una vez más ha hecho honor a su merecida fama internacional.