Los extranjeros llegan a Austria principalmente por turismo o por trabajo, pero después, la principal causa para quedase a vivir, hasta ahora, es el amor. Por eso hay muchas familias donde sus cónyuges son hispano-Austriacos. A partir de este momento los familiares, desde sus países de origen, se convierten en nuevos turistas que empiezan a viajar a Austria para disfrutar de la compañía de sus seres queridos… y ¿por qué no? a su vez enriquecerse conociendo una nueva cultura que no les deja indiferentes.
Hemos recibido el testimonio de una de estas personas, Mª Teresa, una abuela que desde hace unos años, ha empezado a visitar Viena con asiduidad… seguro que es el caso de mucha gente que nos lee…
UNA ABUELA EN VIENA
Pasear por la ciudad, utilizando los medios de transporte público, permite que se pueda ir en compañía de cualquier niño o niña desde su nacimiento, porque en todos hay lugares y asientos reservados para la sillita del bebé y su acompañante; así que nosotros hemos ido a todas partes con ella, en tranvías, metros, autobuses… ¡da mucho gusto poderse trasladar de un lado a otro sin impedimentos de ninguna clase!
En los parques infantiles, los niños y niñas pueden practicar ejercicios gimnásticos, desde muy pequeños, porque hay secciones adecuadas para distintas edades; por tanto, hemos visto crecer a nuestra nieta, yendo a todos los parques y disfrutando con ella de sus juegos y piruetas.
Tarta de cumpleaños con animales de mazapán, Sacher hecha por una "abuela austríaca" |
También, a veces, nos juntamos con otras familias “mixtas hispanoaustriacas”, donde los infantes juegan y pueden practicar el idioma -ya que en aquí a pesar de hablar español con sus madres o padres, suelen comunicarse en alemán. Nos invitan a cumpleaños u otros eventos y así nos relacionamos “en español”. En estos casos vemos que realmente no somos los únicos que tenemos la familia tan lejos, nos gusta intercambiar y compartir experiencias.
un plato de comida austriaca con su cerveza |
¿Qué más se puede decir de Viena? A mí me gusta mucho contemplar los jardines tan floridos en primavera y tan cuidados.
Pero principalmente me gusta ir a Viena para poder gozar de la compañía de mi familia.
Eso es lo que siento y así os lo quería contar, un abrazo desde España,
Mª Teresa.
No creo que los abuelos sean turistas forzosos, porque ver a los nietos y a los hijos es una alegría.
ResponderEliminar¿Se pueden pedir unas vacaciones mejores?
Me encanta viajar por este motivo.