Esta plaza, corazón de la ciudad y en donde confluyen numerosas calles, es lugar de celebraciones y de actos, espacio popular que se usa como centro de reunión, como sitio de espera, de quedada, como área en la que tomar el sol o la sombra. Está rodeada de zona comercial y de servicios y constituye una zona en la que se encuentran
edificios de interés histórico artístico.
Aquí descubrimos El Círculo Oscense, Casino. Se trata de un edificio modernista, proyectado en 1901 por el arquitecto Ildefonso Bonells, financiado por la escasa burguesía oscense de la época, e inaugurado en 1904, aunque las obras se mantuvieron tiempo después.
Es una mezcla de castillo medieval francés del
siglo XV y palacio dieciochesco, pero con el sello del del Art Nouveau franco-belga y del espíritu
secesionista vienés (movimiento de artistas austriacos que incluye pintores, escultores y arquitectos).
El edificio blanco es de planta rectangular en el que destacan los cuatro torreones octogonales en sus esquinas. Tiene dos plantas excepto la parte central del edificio que se eleva en dos plantas más.
Predomina en su fachada la
excelente puerta tallada en madera de nogal plenamente modernista, de 1905.
En el interior destacan los salones Rojo y Azul, una suntuosa escalera y los adornos y pinturas que se conservan del mismo estilo modernista.
En el interior destacan los salones Rojo y Azul, una suntuosa escalera y los adornos y pinturas que se conservan del mismo estilo modernista.
También en la Plaza Navarra se encuentra la fuente las Musas.
Esta fuente decorativa, de carácter romántico, fue fundida en hierro y es obra de Durenne. Fue realizada hacia el año 1885.

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Finalmente, en la parte más elevada se insertan en cada esquina, sobre diminutas cabezas de delfines, cuatro figuras mitológicas sedentes.
El edificio de Hacienda se construye en 1927, proyectado por Bruno Farina González-Novelles, inspirado
en los palacios aragoneses del Renacimiento. Se edifica en piedra la
planta baja y en ladrillo caravista en las superiores.
Es una construcción en tres plantas cuyos accesos son pórticos de inspiración barroca repletos de ornamentos y en donde son también característicos los aleros salientes en madera.
Al sentarte en la plaza, parece que el tiempo no pasa, que el reloj no corre, que la gente no cambia y que no hay después.
Al sentarte en la plaza, parece que el tiempo no pasa, que el reloj no corre, que la gente no cambia y que no hay después.
¡Fantástica explicación¡
ResponderEliminarAdemás ahora si la hacen peatonal, ideal para pasear y disfrutar de su entorno.
La foto del Casino y de Hacienda son cortesía de AlbCh. ¡Muchas gracias!!!!
ResponderEliminarPreciosas fotos, desde luego.
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